El lupus es una enfermedad con difícil diagnóstico puesto que los síntomas son muy variables en cada persona. La combinación de estudios de sangre y la exploración médica por un médico especialista es el método de diagnóstico más eficiente.
Los estudios como biometría hemática y la velocidad de sedimentación globular pueden mostrar inflamación de la enfermedad y alteraciones como anemia. En el exámen de orina el médico puede observar la presencia de proteinas o glóbulos rojos, dato que puede reflejar daño en el riñon.
La prueba de anticuerpos antinucleares con resultado positivo puede representar la presencia de la enfermedad.
En ocasiones, la biopsia de piel puede ser de utilidad para detectar la presencia de la enfermedad.