COVID-19
El coronavirus es una familia de virus que causan enfermedades (desde el resfriado común hasta enfermedades respiratorias más graves) y circulan entre humanos y animales.
En este caso, se trata del SARS-COV2, provoca una enfermedad llamada COVID-19, que se extendió por el mundo y fue declarada pandemia global por la Organización Mundial de la Salud.
Los síntomas más habituales de la COVID-19 son:
- Fiebre
- Tos seca
- Cansancio
- Pérdida del gusto o el olfato
- Congestión nasal
- Conjuntivitis (enrojecimiento ocular)
- Dolor de garganta
- Dolor de cabeza
- Dolores musculares o articulares
- Diferentes tipos de erupciones cutáneas
- Náuseas o vómitos
- Diarrea
- Escalofríos o vértigo
Entre los síntomas de un cuadro grave de la COVID-19 se incluyen:
- Disnea (dificultad respiratoria)
- Pérdida de apetito
- Confusión
- Dolor u opresión persistente en el pecho
- Temperatura alta (por encima de los 38° C)
Si perteneces a alguno de los grupos de mayor riesgo para complicarse, como las personas de 60 años y más, personas que viven con enfermedades como hipertensión o diabetes, las mujeres embarazadas, menores de cinco años y personas que viven con cáncer o VIH, DEBES ACUDIR A RECIBIR ATENCIÓN MÉDICA.
¿Cómo se transmite?
- A través de las gotículas que expulsa un enfermo al toser y estornudar
- Al tocar o estrechar la mano de una persona enferma,
- Un objeto o superficie contaminada con el virus y luego llevarse las manos sucias a boca, nariz u ojos.
Prevención
Protéjase adoptando algunas precauciones sencillas, como mantener el distanciamiento físico; utilizar mascarilla, especialmente cuando no se pueda mantener el distanciamiento; mantener las habitaciones bien ventiladas; evitar las aglomeraciones y el contacto estrecho con otras personas; lavarse las manos de forma periódica; y toser cubriéndose con el codo flexionado o con un pañuelo. Consulte las recomendaciones que se den a nivel local en su lugar de residencia y trabajo. ¡Hágalo todo!
La PCR es la prueba idónea cuando el paciente tiene síntomas o cuando convive y/o ha tenido contacto con algún paciente que está pasando la enfermedad.
El periodo de incubación tras el contacto suele ser de 5 a 7 días, siendo positiva la PCR incluso dos días antes del comienzo de los síntomas.